En la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra hay 135.698 personas en paro, menos que el año pasado y que el mes anterior. Sin embargo, la situación del mercado laboral no puede analizarse únicamente a partir de los datos generales de desempleo. De hecho, el descenso del paro contrasta con el aumento de varios indicadores que reflejan la precarización de la clase trabajadora.
Teniendo en cuenta la situación estructural del mercado laboral y a partir de los datos conocidos hoy, destacaremos cuatro conclusiones:
Uno. Aunque la tasa general de desempleo ha descendido, en la industria hay 202 personas más buscando trabajo que el año pasado. Hasta ahora, a pesar de que el número de personas desempleadas aumentaba, la afiliación también seguía creciendo en la industria. En los datos del último mes, sin embargo, hemos detectado un cambio de tendencia: en la industria manufacturera, el desempleo ha aumentado al tiempo que la afiliación ha descendido, lo que indica destrucción de empleo. De hecho, en noviembre la afiliación al régimen general alcanzó un máximo histórico (1.098.651), pero a lo largo del año la afiliación en la industria manufacturera ha disminuido, a diferencia de lo ocurrido en otros sectores. La situación que LAB venía detectando en los centros de trabajo comienza a reflejarse en los datos. Las bases de la situación que se había sostenido mediante ERTE empiezan a quedar al descubierto: el empleo en el sector industrial se está destruyendo.
Dos. También es destacable el aumento del desempleo entre las personas migradas. El incremento se ha dado especialmente entre quienes no tenían un empleo previo, aumentando un 6,37 % respecto al año pasado. El 32,02 % de las personas migradas en desempleo no tiene experiencia laboral anterior y el 51,93 % busca trabajo en el sector servicios.
Tres. Aunque la proporción de contratos a tiempo parcial es estructuralmente elevada, es necesario subrayar el aumento registrado en el último mes: un 3,95 % (y un 2,56 % respecto al año anterior). Otro indicador que evidencia el empeoramiento de las condiciones laborales es el aumento de la temporalidad. En el último mes los contratos fijos discontinuos han bajado, pero la media mensual y anual de los contratos temporales ha aumentado. Esto se debe directamente a la centralidad del sector servicios, que continúa fortaleciéndose en Hego Euskal Herria, un sector donde predominan las condiciones laborales precarias. No en vano, el 73,69 % de las personas afiliadas está inscrita en servicios, frente al 21,39 % en la industria.
Cuatro. Aunque el aumento de la afiliación y la disminución del desempleo podrían llevar a pensar que la economía se encuentra estable, la realidad nos sitúa ante un mercado laboral que profundiza cada vez más en la precariedad. En noviembre se firmaron 275 contratos menos que el año anterior, y el 77,53 % de los contratos firmados fueron temporales.
En este contexto socioeconómico, el sindicato LAB quiere subrayar la importancia de establecer un Salario Mínimo Interprofesional propio para todas las personas trabajadoras. Este incremento tendría un impacto especialmente significativo en los sectores feminizados, entre la juventud y entre las personas migradas y/o racializadas, precisamente en los ámbitos donde hoy se concentran las condiciones laborales más precarias. Asimismo, no se puede olvidar que al 30 % de las personas trabajadoras con convenio aplicado en la CAPV se les aplica un convenio estatal, y muchas de ellas perciben salarios por debajo del SMI propio. Por lo tanto, resulta imprescindible que las relaciones laborales se negocien y se decidan aquí.
