LAB ha reclamado una “apuesta clara” para desarrollar un sistema de cuidados público comunitario y ha asegurado que trabajará para llevar el cuidado al centro del debate político.
Trabajadora del sector de cuidados privatizados e han movilizado en Donostia para reivindicar su carácter público. LAB ha defendido que, en la medida en que estos trabajadores prestan un servicio público, deben ser trabajadoras directas de la administración y, en esa dirección, ha reivindicado la equiparación de las condiciones laborales.
A la movilización han acudido, junto a trabajadoras y trabajadores de otros sectores, las de residencias de adultos de Gipuzkoa. LAB tiene convocados cuatro paros en el sector, y hoy ha sido el primero. Precisamente a ellos ha dirigido sus primeras palabras al término de la movilización la responsable del sector sociocomunitario de LAB, Ane Escondrillas: “Habéis sido siempre un ejemplo de lucha y dignidad, y hoy también habéis salido a la calle para denunciar la desidia de la patronal. Nos tendréis a vuestro lado ”.
Escondrillas, sin embargo, no solo ha hablado de la patronal, sino también de la responsabilidad de las administraciones públicas. Ha denunciado que son las administraciones quienes deciden las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras de cuidados. “Las administraciones miran para otro lado y, a través de sus políticas privatizadoras, nos obligan a negociar con las patronales y se lavan las manos mientras derrochan dinero público”. Por ello, ha lanzado un mensaje directo a las administraciones: «No sólo os pedimos que controléis la mediación y el dinero que regaláis a las empresas; os exigimos compromisos reales y voluntad política para que el cuidado deje de ser un negocio».
Para ello, Escondrillas se ha referido a la necesidad de llevar al “centro del debate social y político” las condiciones de trabajo y de vida de las personas trabajadoras de cuidados y ha asegurado que en los próximos dos años LAB se comprometerá a trabajar por ello. La principal reivindicación del sindicato es clara: las y los trabajadores de cuidados privatizados prestan un servicio público, y, por ello, deben ser trabajadoras personal de gestión directa de la administración pública. Pero en ese sentido, el sindicato tiene un “reto estratégico”, ha recordado Escondrillas: la equiparación de las condiciones laborales: “Exigimos las mismas condiciones laborales por hacer el mismo trabajo”.
LAB luchará por ello, en los centros de trabajo, en la calle y en las instituciones. En referencia a estos últimos, Escondrillas ha destacado que las instituciones pueden ser determinantes a la hora de articular unos cambios profundos en el camino hacia un sistema público de cuidados comunitario. Al mismo tiempo, ha hecho un llamamiento a las y los trabajadores a seguir “fortaleciendo” esta vía y alimentando esta estrategia. Ha concluido su intervención destacando la necesidad de construir la Euskal Herria del futuro “con las y los trabajadores que cuidan”: “Porque sostener vidas merece un reconocimiento, reivindicamos una Euskal Herria en la que el sistema público de cuidados comunitario esté en el centro y soñamos con una Euskal Herria con servicios públicos dignos, justos y fuertes”.
A falta de voluntad política, “palabrería”
En la misma línea, la coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, se ha referido con rotundidad a la necesidad de abordar la crisis del cuidado y dejar de hacer negocio con el cuidado: “No parece que esté entre las principales preocupaciones de las instituciones. Con el cuidado se hace negocio, no se impulsa un modelo de cuidado digno y las instituciones miran hacia otro lado ante las situaciones de precariedad de las y los trabajadores de cuidados. Nunca se ha desarrollado un sistema público de cuidados comunitario en su totalidad ”. Ha denunciado la “palabrería” de las instituciones porque “no se puede hablar de igualdad sin reconocimiento, sin desfamiliarización, sin reparto y democratización de los cuidados”. Ha defendido que hay que dar un vuelco a las políticas hasta ahora y para ello hay que hacer una “apuesta clara” por el desarrollo del sistema público comunitario de cuidados.
La falta de voluntad política, a su vez, lleva a la patronal a aprovecharse de ello, según Aranburu: “Se aprovecha del dinero público y bloquea las negociaciones de los convenios”. Ha puesto el ejemplo de la cerrazón de Adegi en la negociación del convenio de las residencias de adultos: “No nos despistemos; los derechos se consiguen confrontando con la patronal”.
Aranburu ha recordado que una de las principales causas de la precarización en el sector del cuidado es también el bajo salario de las personas trabajadoras, por lo que ha puesto en valor la lucha por el salario mínimo propio y la aportación de LAB a ello: “Hemos mantenido viva esta lucha para dignificar los salarios de las mujeres, jóvenes y trabajadoras migradas y lograr un reparto más equilibrado de la riqueza. Y hemos conseguido colaborar en un tema en el que la mayoría sindical es estratégica ”. Aranburu ha lamentado que Confebask haya dicho no a la mesa de fijar un salario mínimo propio, demostrando su carácter explotador, tal como lo hace con las trabajadoras del hogar. No obstante, ha asegurado que LAB pondrá el próximo curso, junto con los cuidados, la lucha por el salario mínimo propio en el centro de las luchas sindicales.
En su intervención, Aranburu ha destacado el trabajo del sindicato de acercar el feminismo al sindicalismo: “Apostamos por traer al centro las luchas de las mujeres* que el sistema quiere mantener al margen. Hemos sido pioneros en llevar a la práctica el sindicalismo feminista y gracias a estas decisiones las trabajadoras de sectores feminizados, las trabajadoras de cuidados, sois sujetos activos en esta lucha ”. Ha hablado no sólo de la importancia del sindicalismo feminista, sino también del sindicalismo antiracista y ha señalado que es imprescindible denunciar y combatir el racismo laboral que se da en el ámbito de los cuidados.
