En la mesa de hoy el Gobierno Vasco ha enterrado las posibilidades de un pacto para la transformación de Osakidetza.
Hoy se ha celebrado en Gasteiz la décima reunión de la Mesa de Salud. En ella, el Gobierno Vasco ha puesto fin al camino emprendido para fortalecer el Sistema Sanitario Público y transformar las políticas existentes hasta ahora, alineándose con el lobby privatizador para blindar las políticas de privatización que han llevado a Osakidetza al declive; es decir, PNV, PSE, PP, Confebask y algunos colegios (como el de médicos o el de farmacéuticos).
En la mesa de hoy se tenían que presentar los documentos trabajados de los dos últimos temas de las 24 líneas estratégicas: el grupo de trabajo sobre la colaboración público-privada y el de cartera de servicios. Sin embargo, al presentar los documentos de los grupos de trabajo, el Gobierno Vasco ha hecho algo inédito: ha dado un golpe de estado para rechazar dos objetivos que no le gustan.
El Gobierno ha presentado una contrapropuesta para rechazar lo acordado por mayoría en el grupo de trabajo de público-privado, que supera las propuestas debatidas en el propio grupo de trabajo y que tiene como objetivo mantener la colaboración público-privada, manteniendo el porcentaje de privatización actual. Y además, ha rechazado uno de los objetivos del documento que tenía consenso en el grupo de trabajo de cartera de servicios, con la excusa de su relación con el grupo de colaboración público-privada.
Por lo tanto, el Gobierno Vasco que quiere dar uma imagen de consenso y acuerdo, impone el veto en propuestas que no son de su agrado, en todos esos elementos que tienen relación con la privatización. Es decir, han enterrado el objetivo de ofrecer el servicio del Sistema Público de Salud con recursos públicos y propios y reducir su dependencia del sector privado, limitando la presencia de este únicamente a casos de excepción. No ha tenido ningún problema con las discrepancias que ha habido en el resto de grupos de trabajo. Sin embargo, tanto ante la decisión de que la colaboración público-privada sea excepcional como ante la necesidad de poner en marcha un plan de publificación de la cartera de servicios, ni el Gobierno ni el lehendakari Pradales que puso en marcha la Mesa de Salud con vocación de transformar el sistema público de salud están de acuerdo.
Han enterrado el propio pacto de la Mesa de Salud, con imposiciones y vetos que pretenden mantener e implantar las políticas de salud del lobby privatizador; privatización y hacer negocio con la salud. Con las políticas privatizadoras que llevaron a Osakidetza al declive sólo se conseguirá seguir debilitándola. Pradales, que cumple un año en el Gobierno, y su gobierno han dado un golpe de estado en la mesa al vetar las decisiones que podían reforzar el sistema público de salud y dar paso a cambios estructurales.
El sindicato LAB anuncia que denunciará con dureza, com todos los medios a su alcance, el fraude que nos quiere imponer el Gobierno Vasco y hace un llamamiento tanto a los y las trabajadoras de Osakidetza como a todas las usuarias y usuarios a seguir en la dinámica de movilizaciones. Pradales quiere mantener y dejar bien atadas las políticas de Urkullu.