El intento del Gobierno español de endurecer los criterios para crear universidades privadas ha dado mucho que hablar en los últimos días. La derecha, con un argumento u otro, ha cargado duramente contra este proyecto.
En los últimos años, en algunas comunidades del Estado español, y también en Euskal Herria, la aparición de nuevas universidades privadas supone una clara amenaza para las universidades públicas y, en general, para la sociedad. El aumento de las universidades con ánimo de lucro plantea muchos problemas, entre otros:
• Va en contra de la calidad de los estudios universitarios y de la formación del alumnado. Esto compromete la formación de los y las futuros profesionales, ya que el número de personas egresadas con titulación pero sin los conocimientos y competencias necesarios será cada vez mayor.
• Estas universidades entran en competencia con las universidades públicas por conseguir alumnado. Esto pone en riesgo algunos grados y másteres ofertados desde las universidades públicas. Son conocidos los medios publicitarios de que disponen las universidades privadas para vender sus «productos».
• Las universidades privadas entran en la competencia por conseguir dinero público. Parte de los fondos públicos destinados a formación e investigación, directa o indirectamente, financian a las universidades privadas.
• Alimenta la elitización de la educación superior. Muchas personas y familias no pueden pagar las matrículas de las universidades privadas. Esto supone segregación, también a nivel universitario.
Por todo esto, y ante una situación que se puede agravar en el futuro, defendemos la adopción de medidas drásticas para no crear más universidades guiadas por la mercantilización y el negocio de la educación. También pedimos el aumento de la financiación de la universidad pública. Por aportar un dato, aunque la Ley Orgánica del Sistema Universitario tiene como objetivo alcanzar el 1% del PIB para 2030, la financiación que recibe la UPV/EHU del Gobierno Vasco apenas supone el 0,42% del PIB de la CAV. Necesitamos recursos suficientes para fortalecer una universidad pública de calidad que responda adecuadamente a las necesidades de la sociedad vasca.
El Gobierno Vasco se ha opuesto a las medidas anunciadas por el Gobierno español con el argumento de la invasión de competencias. Tenemos claro que el desarrollo de las universidades públicas de Euskal Herria lo tenemos que decidir aquí. Sin embargo, la invasión competencial no puede ser excusa para poner aquí la alfombra roja a las universidades privadas, como está ocurriendo. El hecho de que, fruto de las últimas negociaciones, las universidades online, bajo algunas condiciones, pasen a depender del Gobierno Vasco no nos parece suficiente. Por otro lado, vistos los antecedentes, tenemos la sospecha de que el semáforo de calidad de las universidades propuesto puede servir para adornar con colores la permisividad que ha habido hasta ahora.
Amparado en el pretexto de la invasión competencial, el Gobierno Vasco está intentando suavizar unas medidas que resultan imprescindibles. No muestra la misma firmeza para exigir la transferencia completa de universidades, que sería un paso importante en el esfuerzo de construcción de la universidad que necesitamos en Euskal Herria.
Es necesario regular y gestionar la universidad al servicio de la sociedad vasca desde aquí, sin imposiciones externas, pero la invasión competencial no puede ser excusa para mantener la puerta abierta a las universidades privadas vascas.