Se ha concentrado en Bilbo, ante la sede del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Bizkaia, para informar sobre el grave hecho ocurrido recientemente en la planta de tratamiento de residuos. Han señalado que «afortunadamente, no ha habido que lamentar heridos, pero no podemos obviar que esto podría haber acabado en una tragedia».
Han añadido que este incidente «no es un caso aislado. Es consecuencia directa del alarmante deterioro que sufre la planta desde hace años». Han señalado que las condiciones estructurales, la falta de mantenimiento adecuado y la ausencia de inversiones han generado un entorno de trabajo inseguro, que pone en riesgo la integridad de las trabajadoras y trabajadores cada día.
Han señalado directamente a la Diputación Foral de Bizkaia, como máxima responsable de esta instalación. Han advertido que «su inacción, su falta de compromiso y su silencio ante las reiteradas advertencias de la plantilla están poniendo en peligro vidas humanas».
La plantilla está preocupada y tiene miedo. Sostiene que no quiere tener que lamentar un accidente grave para que alguien actúe. Exigen responsabilidades y, sobre todo, soluciones urgentes para garantizar unas condiciones de trabajo seguras y dignas.
«No vamos a quedarnos callados y calladas. No podemos permitir que esta situación continúe», han concluido.