LAB está dispuesta a incrementar la presión por la vía de la movilización, para hacer a la patronal que se mueva.
Hoy se ha celebrado en el Consejo de Relaciones Laborales la primera reunión para negociar un salario mínimo en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) a través de un acuerdo interprofesional. En ella, el consenso entre los sindicatos se ha impuesto al afirmar que las y los trabajadores de la CAV necesitamos un salario mínimo por encima del estatal.
Confebask, sin embargo, se ha negado a constituir la mesa para decidir aquí un salario mínimo interprofesional. Ha renunciado, por tanto, a la responsabilidad que tiene y le corresponde de negociar. Se ha puesto de manifiesto la falta de voluntad de Confebask. Que la patronal dé la espalda a la vía negociadora es una muestra clara de que sólo entiende el camino de la presión y la movilización. LAB está dispuesta a incrementar esta presión y organizar movilizaciones.
En la reunión negociadora de hoy, LAB ha insistido en que el Salario Mínimo Interprofesional del Estado es insuficiente para las personas trabajadoras de la CAV. Las y los trabajadores de la CAV tenemos la necesidad y el derecho de tener un salario mínimo propio para poder tener unas condiciones de trabajo y vida dignas. El salario mínimo propio es un instrumento imprescindible para repartir la riqueza de forma más equilibrada, establecer límites a la pobreza que se ha acentuado como consecuencia de la estatalización de la negociación colectiva y combatir las brechas entre las personas trabajadoras. Toda la clase trabajadora sería beneficiaria de una medida de este tipo y más directamente las personas que se encuentran en una situación más vulnerable. Son principalmente mujeres*, personas trabajadoras migradas y racializadas, jóvenes y personas trabajadoras con diversidad funcional las que más necesitan un acuerdo de estas características. Asimismo, la subida del salario mínimo limita las pretensiones patronales de moderar y equiparar a la baja los salarios de todas las personas trabajadoras.
En la CAV hay consenso suficiente para impulsar un acuerdo de estas características. Los sindicatos, también en la reunión de hoy, hemos ratificado por unanimidad la necesidad de un salario mínimo propio en la CAV, y a nivel político e institucional también existen una mayoría posicionada a favor de dicha reivindicación. Sin embargo, Confebask ha evitado reconocer explícitamente la necesidad de un salario mínimo propio y tal y como hemos señalado, se ha negado a constituir la mesa. Creemos que la patronal vasca debe asumir su responsabilidad, que tiene que dejar de darle la espalda a la responsabilidad que tiene en impulsar el bienestar de este país y mejorar la situación de los sectores más vulnerables. Para ello le pedimos que reconozca la necesidad de un salario mínimo propio, que constituya la mesa de negociación y que negocie de buena fe.
Este asunto no debe limitarse a un diálogo entre patronal y sindicatos, ya que es un tema que afecta a toda la sociedad de la CAV. El Gobierno Vasco debe presionar a la patronal ahora más que nunca, por un lado, porque se lo pidió el Parlamento, y por el otro, porque también es su responsabilidad. Ante una patronal que cierra la puerta a la vía del diálogo y la negociación, le correspondente tener una posición clara.
Euskal Herria, al ser una nación sin Estado, carece de competencias suficientes a la hora de establecer un salario mínimo, cuestión tan importante para mejorar la situación de la clase trabajadora. Es imprescindible adquirir plenas competencias para regular las relaciones laborales, y en esa dirección hemos emprendido dos vías. Por un lado, una Iniciativa Legislativa Popular para poder conseguir nuevas competencias. Y por otro, dentro del marco competencial actual, la negociación de un salario mínimo propio para las y los trabajadores con la patronal.
La negativa de hoy de Confebask nos demuestra que es imprescindible reforzar la vía de la movilización para hacer que la patronal se mueva, y del mismo modo, sumar fuerzas a favor de una Iniciativa Legislativa Popular.
LAB tiene claro que el establecimiento de un salario mínimo propio es determinante en la mejora de las condiciones laborales y de vida de las personas trabajadoras, y seguirá en ello. Movilizándose, presionando, forzando reuniones de negociación y trabajando por conseguir nuevas competencias.