El 16 de junio murieron dos trabajadores en Euskal Herria. El primero, C.J.V.G., de 58 años, en la empresa Mesa de Mungia, en un accidente no traumático. Y el segundo, J.M.B.P., trabajador de la empresa Otis Mobility, de 46 años, en un accidente in itinere en la A-1 a su paso por Mendoza.
En primer lugar, el sindicato LAB quiere trasladar su solidaridad y apoyo a familiares, amistades y compañeros y compañeras de trabajo de estos trabajadores fallecidos. Además, hace extensivo este apoyo a las personas allegadas de todas y todos los trabajadores muertos en el trabajo.
LAB denuncia que las y los trabajadores de Euskal Herria siguen perdiendo la salud y la vida. El sindicato ha denunciado en numerosas ocasiones que las condiciones laborales precarias -largas jornadas, estrés o presiones- influyen directamente en la salud de los y las trabajadoras. Por eso sostiene que la mayoría de los accidentes laborales que se producen son perfectamente evitables, y que para ello sólo hace falta voluntad política para poner medidas que garanticen y respeten los derechos laborales, así como la implicación de todas las instituciones públicas y empresas.
Hay que acabar con la precariedad. Hay que acabar con la impunidad de la patronal. Las instituciones no pueden seguir mirando para otro lado, sino serán cómplices de lo ocurrido.
El sindicato LAB tiene claro que las y los trabajadores necesitan vida y trabajo dignos, que tienen derecho a volver sanos y salvas del trabajo. La organización y la lucha son el único camino para acabar con esta lacra individual, familiar y social. Es necesario un cambio en las relaciones laborales y en las reglas de juego. Tenemos que hacer realidad un nuevo modelo que priorice la vida y la salud de los trabajadores.
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