El gobierno no garantiza que el sistema sanitario se ofrecerá con recursos públicos y propios, y mantiene la dependencia respecto al sector privado.
En nuestro país existe un fuerte impulso a favor del sistema público de salud, y mejorar la situación de Osakidetza está entre las principales preocupaciones de la sociedad. El gobierno del lehendakari Pradales es perfectamente consciente de ello, y consciente también de que el deterioro y la mala gestión de Osakidetza, así como la presión social existente, le podían generar un desgaste. Por eso, optó por crear la Mesa de Salud.
La constitución de la mesa, aunque positiva, fue algo forzado e interesado. No fue pensado para transformar Osakidetza, tampoco para construir consensos. El objetivo principal de la mesa era mantener el modelo actual, aceptando los menores cambios posibles. Esto ha sido así porque tienen un problema. El gobierno sabe que manteniendo las mismas políticas que hasta ahora no se puede reforzar, mejorar y garantizar la eficiencia del sistema público de salud. Pero al mismo tiempo, no quieren cambiar esas políticas porque quieren mantener el negocio privado. Y esta apuesta privatizadora dificulta que el sistema sanitario público sea gratuito, universal y de calidad, además de aumentar las brechas sociales.
Gracias al trabajo que han realizado LAB y otros agentes en la Mesa de Salud, se ha conseguido incorporar diferentes medidas para mejorar los servicios sanitarios y la situación del personal. El trabajo ha sido intenso y LAB valora muy positivamente el trabajo realizado.
Poner límites a la privatización y a las políticas de concertación ha sido una línea roja para LAB. A lo largo de todo el proceso, ha manifestado que su presencia en el Pacto de Salud dependía de las decisiones adoptadas en esta cuestión. LAB ha conseguido introducir mejoras. Aunque las mejoras parciales son bienvenidas, no ha habido ninguna posibilidad para abordar el cambio profundo de políticas que requiere Osakidetza. Por ello, LAB no acudirá a la reunión de mañana y no va a firmar el Pacto de Salud.
Esta ha sido la principal razón por la que LAB se ha quedado fuera del Pacto de Salud. Para fortalecer el sistema público de salud y transformar Osakidetza, hay una decisión política que prevalece sobre todas las demás: hay que dejar de lado las políticas privatizadoras llevadas a cabo hasta ahora, y la dependencia del sector privado debe ser excepcional, justificada y temporal. La apuesta por un sistema público de salud con recursos públicos y propios requiere compromisos firmes, lo que no ha quedado suficientemente asegurado en la Mesa de Salud.
En cuanto a la colaboración público-privada, ha quedado en evidencia que dos modelos antagónicos han estado enfrentados en la mesa:
- Por un lado, quienes han apostado por reforzar lo público: siete agentes sindicales y políticos. Participaron en la mesa, acordaron y votaron un texto. A este consenso se sumaron, luego, otros dos agentes.
- En el otro lado, quienes anteponen el negocio privado por encima de mejorar lo público: PNV, PSE, PP y Confebask, junto a otros agentes que velan por sus intereses privados.
Es el momento de reforzar lo público, de dejar constancia de que se apuesta claramente por lo público. Estos son los compromisos que ha exigido LAB y que no se han querido reflejar:
- Invertir más dinero en Osakidetza.
- Recoger la necesidad y la decisión de reducir la dependencia con el ámbito privado. Recurrir a lo privado tiene que ser algo excepcional, justificado y limitado en el tiempo.
- Elaboración de un mapa de la privatización y concertación y con ese mapa, hacer un plan de publificación, estableciendo plazos.
- Recoger la exclusividad de las y los profesionales.
Pero, lejos de asegurar el derecho a una sanidad de calidad y gratuita para las y los ciudadanos, los intereses privados del lobby privatizador han estado en el centro. Han optado por seguir sin abordar el cambio de fondo que requiere la situación de declive que vive Osakidetza. Pretenden darle una pequeña capa de pintura y dar una imagen renovada, pero LAB no va a avalar esa operación.
Con o sin pacto, mañana no se acaba nada. LAB seguirá denunciando y paralizando todos los procesos de privatización posibles, denunciando la externalización de trabajos, las irregularidades en adjudicaciones de obra o externalizaciones de otros trabajos.
Asimismo, LAB seguirá haciendo propuestas en la Mesa Sectorial y buscando consensos para la movilización con otros sindicatos, así como colaborando y movilizándose junto a las plataformas por la salud pública, porque este país necesita un sistema público fuerte de salud.




