FVEM, ADEGI, SEA (CONFEBASK) ¿A QUIÉN REPRESENTÁIS?
El pasado mes de julio las tres patronales del metal de la CAPV, ADEGI, FVEM Y SEA, decidieron romper las negociaciones del sector del metal, dando por cerradas las mesas y abocando al sector a una situación de inseguridad jurídica y laboral anteriormente desconocida.
Asimismo el pasado 5 de julio se negaron a suscribir un Acuerdo Interprofesional que permitiera mantener la vigencia de los convenios colectivos.
Hoy día, estas mismas patronales siguen sin reconocer los fallos judiciales que mantienen la vigencia de dichos convenios colectivos, recurriendo todas las sentencias en su contra.
Es decir, no han variado en absoluto su postura. A pesar de la imagen pública de responsabilidad y cordura que quieren transmitir, lo único cierto es que han decidido hacer una apuesta clara por la desregulación laboral, desandando todo el camino realizado durante más de 30 años y rompiendo los marcos de cohesión laboral y social existentes en nuestro sector, los convenios sectoriales del metal.
Lo decimos alto y claro. Confebask sólo quiere convenios del metal si éstos le garantizan poder recortar derechos a las y los trabajadores.
Pero su decisión de no renovar los convenios del metal también tiene efectos directos sobre las empresas. Están trasladando principalmente a las empresarias y empresarios pequeños y medianos (que constituyen más del 80% del tejido industrial de este país) el peso de su irresponsabilidad , empresarias y empresarios que ni cuentan con los medios ni la voluntad de asumir directamente el peso de crear un marco de negociación laboral propio en su empresa. Las consecuencias aunque tímidas todavía, ya se están empezando a ver: casos de competencia desleal entre empresas que amenazan con destruir no pocas empresas de nuestro territorio. Al igual que con las y los trabajadores, quieren convertir a unas empresas en enemigas de otras. Y esto sí que es fatal para la competitividad de las empresas.
Porque el convenio sectorial no sólo marcaba un mínimo para las y los trabajadores, sino que dotaba de un marco cierto y estable también para las empresas. Y todo esto se lo quiere cargar Confebask.
Seguramente porque a Confebask la economía real, la que proporciona este conglomerado de empresas pequeñas y medianas le importa un bledo. Porque ella sólo representa la de los grandes empresarios, esa élite empresarial que mientras niega al resto de empresas y trabajadoras y trabajadores un convenio, ellos en sus empresas llegan a acuerdos que mejoran lo que LAB plantea para el convenio provincial.
Temas como ampliar el plazo mínimo legal de ultractividad de 12 meses, que las empresas no se puedan descolgar unilateralmente cuando quieran y subidas salariales que tengan como referencia al IPC, que parecen ser temas innegociables porque suponen “ir en contra” del ordenamiento jurídico vigente, sin embargo, en sus empresas llegan a acuerdos en estos mismos términos.
Y no es que nos parezca mal que se logren acuerdos de estas características en las empresas, todo lo contrario, creemos que es lo que necesita este país. Lo que sí nos parece mal es que se impida al resto de las y los trabajadores y de las empresas el dotarse de esa seguridad y estabilidad laboral. ¿Por qué lo que es bueno para tú empresa, no lo es para el resto? ¿Por qué impedís un convenio del metal para todas y todos?
¿Por qué cuando negocian en sus empresas anteponen la necesidad del acuerdo sobre la conflictividad y, sin embargo, cuando actúan como representantes del “lobby empresarial” se erigen en los defensores a ultranza de una normativa laboral, la reforma laboral del PP de Rajoy, que no la aplican en su empresa?
El mejor ejemplo de esto lo encarnan los señores Pello Gibelalde y José Javier Arteche Zubizarreta, presidente de Adegi y vicepresidente de FVEM respectivamente.
Mientras dejan sin convenio a miles de trabajadoras y trabajadores y llevan la conflictividad laboral a cientos de empresas pequeñas y medianas, ellos llegan acuerdos similares en sus empresas a lo que plantea LAB en el convenio provincial.
Esto nos deja la siguiente pregunta ¿Con qué legitimidad representáis a las y los empresarios? O, mejor dicho, ¿ A quién representáis?.
Pero éstos no son más que un par de ejemplos, si se quiere los más destacados por su cargo, pero de ninguna manera los únicos.
Euskal Herria su camino.
LAB no va a resignarse. Vamos a seguir dando nuevos pasos, desde el convencimiento de que nuestra realidad industrial y laboral requiere de un camino propio y diferente al que nos quieren imponer desde Madrid y sus diferentes sucursales en Euskal Herria (FVEM, ADEGI, SEA) y que aquí representan una minoría. No tienen legitimidad política ni social. No se la demos los sindicatos. La solución ante el chantaje que está haciendo Confebask no es firmarle convenios en minoría sindical a la medida de lo que ella quiere, que no soluciona ni garantiza nada.
El sindicato LAB en los próximos días:
⁃ Va a llevar la denuncia de esta “doble cara” de Confebask a todos los centros de trabajo, para que la conozcan tanto trabajadores como empresarios.
⁃ Va a dar a conocer a la opinión pública, que a pesar del discurso oficial de Confebask, en muchas empresas se está recorriendo un camino diferente al que nos quiere trasladar la misma.
⁃ Asimismo vamos a denunciar los abusos patronales de quienes no respeten los convenios sectoriales.
⁃ Seguiremos movilizándonos en defensa de los convenios del metal y de la necesidad de que Euskal Herria tenga un marco vasco de relaciones laborales propio.
⁃ Seguiremos interpelando a las instituciones y, principalmente, al Gobierno vasco para que no siga avalando la estrategia de chantaje y bloqueo de la negociación colectiva que está ejerciendo CONFEBASK.
