Las escuelas infantiles municipales de Iruñea van a ampliar la oferta de plazas en euskera. Las nuevas plazas se ofrecerán en escuelas mixtas, donde conviven líneas en castellano y en euskera.
Desde LAB consideramos que esta medida permitirá que más familias de Iruñea tengan posibilidad de matricular a sus hijos e hijas en euskera, y en ese sentido la valoramos positivamente. Sin embargo, no estamos de acuerdo con que estas plazas se ubiquen en escuelas mixtas.
Todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Iruñea son conocedores, a través de las comisiones de personal como a través de las doce Direcciones de las escuelas infantiles municipales, que defendemos el modelo de escuela que tenga una única lengua vehicular.
Este modelo permite una mejor organización pedagógica, ya que los niños y niñas se agrupan con una diferencia de edad mínima entre ellos, lo que favorece un desarrollo adecuado en función de sus necesidades. Además, para la adquisición de una lengua es fundamental la inmersión total, lo que implica escuchar y utilizar exclusivamente ese idioma en el entorno educativo.
En el caso del euskera, la inmersión lingüística es clave para garantizar su aprendizaje. En modelos mixtos, donde conviven más de un idioma, la experiencia nos demuestra una y otra vez que el castellano acaba imponiéndose en la convivencia del día a día, lo que dificulta enormemente la adquisición del euskera. Asimismo, este modelo puede generar tensiones dentro de las plantillas.
Desde la experiencia de las Direcciones de las escuelas, la gestión de un centro con una única lengua vehicular es mucho más eficiente. En las escuelas mixtas, la organización se complica, ya que es necesario realizar dos aperturas y dos cierres diferenciados, y los grupos de distintas lenguas no pueden compartir espacios comunes, lo que limita la operatividad del centro. Además, este modelo implica un mayor gasto económico en la gestión diaria de los centros, incrementando los presupuestos destinados a su funcionamiento.
Por todo ello, instamos a los grupos políticos a que escuchen a quienes conformamos el colectivo de escuelas infantiles, ya que somos quienes mejor conocen el día a día en el aula; solo así tendremos la certeza de que las decisiones que se tomen estarán basadas en nuestra realidad. Asimismo, exigimos que se dejen de lado las posiciones políticas de algunos grupos que, aunque aseguran trabajar en favor de la convivencia, la realidad es que sus acciones responden única y exclusivamente a actitudes totalmente euskarafóbicas.
Por último, nos gustaría recalcar lo siguiente, para que quede claro: a la hora de diseñar políticas que afecten a la educación infantil, es imprescindible que se tengan en cuenta la experiencia y el conocimiento directo de las necesidades educativas y organizativas de los centros que atesoramos quienes componemos la comunidad de la educación infantil.