Las trabajadoras del sector de limpieza de Bizkaia se han concentrado hoy para denunciar que la negociación del convenio continúa paralizada y para señalar la actitud bloqueadora de las patronales. Ha pasado casi un año desde que se inició la negociación, y las patronales ASPEL y ASELBI —que agrupan a grandes empresas como FCC, Serveo, Clece, Eulen y muchas otras— siguen condicionando el proceso.
Según las trabajadoras, no solo se niegan a avanzar, sino que además plantean retrocesos en derechos consolidados, como el complemento de antigüedad o el complemento por baja médica.
La mayoría de las trabajadoras del sector no tienen jornada completa y, en muchos casos, sus contratos no superan las 3 horas semanales. El actual convenio no recoge ningún mecanismo que permita aumentar la jornada ni aprovechar las vacantes existentes, lo que impide acceder a una mayor estabilidad laboral. La situación salarial tampoco mejora: quienes cuentan con jornada completa apenas alcanzan los 18.000 euros anuales, y la parcialidad hace aún más difícil llegar a fin de mes.
En este contexto, las principales reivindicaciones de las limpiadoras son dos: establecer un sistema que permita hacer frente a la parcialidad —facilitando el acceso a vacantes y el aumento de jornada— y garantizar un salario digno de 1.500 euros x 15 pagas anuales. Todo ello, manteniendo sin recortes los derechos que actualmente recoge el convenio.
Por último, las trabajadoras han dejado claro que están dispuestas a continuar movilizándose si la situación no mejora: “Cuando el mundo se detuvo fuimos esenciales, y ahora no vamos a permitir que se nos olvide”.

