LAB se ha movilizado ante El Corte Inglés de Bilbo para denunciar que la realidad de las condiciones laborales de la plantilla dista mucho de la imagen de excelencia que la empresa vende.
Así, ha denunciado las condiciones laborales precarias que sufre los y las trabajadoras. Por un lado, la falta de personal y la sobrecarga de trabajo, ya que la plantilla es insuficiente y las tareas se multiplican. Además, tienen salarios a la baja, y la diferencia salarial entre empleados y empleadas crece mientras que el salario mínimo interprofesional se acerca acerca a lo que cobran muchas trabajadores y trabajadoras. Además, tienen un horario excesivo e incompatible con la vida personal, de 1.770 horas anuales, por encima de la media del sector, y que dificulta la conciliación familiar y personal. La salud mental también está desprotegida, ya que El Corte Inglés tiene más de 50.000 trabajadores y trabajadoras y no ha realizado ninguna evaluación de riesgos psicosociales, incumpliendo la legislación vigente. Si esto fuera poco, la dirección cuenta con sindicatos al servicio de la empresa. El convenio ha sido firmado por Fetico, CCOO, Valorian y UGT, quienes han respaldado condiciones que ellos mismos no sufrirań.
La llegada del comercio on-line ha supuesto un brutal aumento de la carga de trabajo. Así, exigen a los y las trabajadoras atender pedidos digitales mientras siguen atendiendo en tienda, con menos recursos y la misma exigencia.
Esta situación también afecta a los y las clientes, ya que al haber menos personal, las esperas se prolongan. Además, se da prioridad absoluta a los y las clientas on-line. Finalmente, también hay problemas sin resolver, ya que si la compra on-line tiene una incidencia, el o la clienta tendrá que lidiar con un asistente virtual.

