Hoy se ha celebrado en Lakua la reunión de la Mesa General de la Función Pública de la CAV. Según LAB, la actitud mostrada por el Gobierno Vasco mantiene tres rasgos habituales: rechazo e imposición en la negociación colectiva; rechazo de las posibilidades de autogobierno y dependencia de Madrid; y continuidad con los gobiernos anteriores presididos por Pradales.
LAB presentó por escrito mejoras a las propuestas que el Gobierno nos presentó, y hoy las hemos analizado por ámbitos: medidas para el personal de cuidados mercantilizados; para todo el personal público bajo la Mesa General; Educación; Osakidetza; Gobierno Vasco; Lanbide; Justicia; EITB; empresas públicas; y personal de servicios públicos privatizados.
Hemos subrayado las prioridades de cada ámbito, solicitando partidas presupuestarias y financiación para ellas: financiación necesaria para los convenios; inversión para reducir ratios; recursos y planes para la euskaldunización; subidas salariales frente a la pérdida de poder adquisitivo del 20% en los últimos años; financiación para reducir la jornada a 30 horas; planes de rejuvenecimiento; inversión para reducir la temporalidad y estabilizar los puestos de trabajo, así como estructurar y crear nuevos puestos; medidas para la salud laboral; y procesos de recuperación de servicios privatizados y financiación para equiparar y homologar los salarios del personal en el camino hacia la publicización.
El Gobierno Vasco ha presentado una visión idílica de la situación de los servicios y del empleo público, mostrando una actitud de no negociación. LAB ha visto rechazadas todas sus propuestas.
Este año, nuevamente, ha ignorado el autogobierno y ha dejado claro que espera los criterios de Madrid, sin presentar ninguna propuesta. Desde LAB hemos señalado que los límites impuestos desde el Estado español pueden superarse mediante acuerdos complementarios, como hemos logrado en todos los convenios firmados en la educación pública. Sin embargo, ha renunciado a la posibilidad de extender la función pública a todo el personal público. Queda claro que se trata de una cuestión de voluntad, y que la voluntad solo puede cambiarse mediante la lucha.
LAB también se ha movilizado esta vez para influir en los presupuestos a favor de un empleo público de calidad y mejores condiciones laborales. Para lograr avances en esa dirección, como se ha demostrado muchas veces y ha quedado claro hoy, la lucha es el único camino.

