El Consejo Económico y Social de Navarra (CES) se ha reunido hoy en Pamplona para abordar el Anteproyecto de Presupuestos Generales de Navarra para 2026. El sindicato LAB critica que la inversión social y la inversión en servicios públicos como sanidad y educación pierden peso e importancia en unos presupuestos que alejan a Navarra de Europa. En la misma línea, advierte que de no avanzar en fiscalidad en términos de progresividad y reparto de la riqueza (que pague más quien más tiene), Navarra dejará de ser eficaz en servicios públicos con respecto a Europa.
En opinión del sindicato LAB, el debate sobre los presupuestos de Navarra de 2026 debe situarse dentro de la lógica de diseñar una política presupuestaria y fiscal que permita desarrollar una estrategia de fortalecimiento de los servicios públicos que incluya también la creación de un sistema público de cuidados, acabar con los privilegios fiscales de los que más tienen para repartir la riqueza, así como desarrollar una verdadera política de empleo que mejore las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y trabajadoras navarras.
Al parecer, a través de los tributos se costeará el 84,56% de los presupuestos. El ingreso tributario esperado será del 19,18% sobre el PIB, cuando en la Unión Europea ha superado el 26% de media en los últimos años. En Navarra con la presión fiscal que existe en Europa, con su misma competitividad, tendríamos 1.880 millones de euros más para redistribuirlos presupuestariamente. Suficiente para salir de la autocomplacencia actual y abordar con ambición prioridades como el empleo, la sanidad pública, la educación pública o la compra de vivienda.
El sindicato LAB está preocupado por los discursos populistas de la extrema derecha y empresarios. Geroa Bai y también el PSN siguen a CEN, VOX, PP y UPN adoptando en relación a los impuestos discursos que buscan profundizar en la desigualdad y el debilitamiento de los servicios públicos. La competitividad de Navarra debe basarse en la cohesión social y la justicia social. Los empresarios en Navarra pagan cinco veces menos que los trabajadores a la Hacienda Foral.
En lo que a la inversión social se refiere no se producen recortes, pero importantes partidas que afectan a servicios públicos esenciales pierden peso en los presupuestos de 2026 con respecto al PIB.
Así, si bien la cantidad destinada a sanidad se incrementa en un 3,33% resultando la mayor partida presupuestaria representando un 24,55% de los presupuestos, supone el 5,28% sobre el PIB (5,30% el año pasado); lo que demuestra que en los últimos años la inversión está cayendo y la apuesta del Gobierno no responde a las necesidades para resolver los problemas de Osasunbidea, ni al fortalecimiento de un Sistema Público de Salud, ni tampoco a la ambición y competitividad del ámbito europeo, donde el gasto medio de la Unión Europea respecto al PIB ha sido superior al 8% de los últimos años.
En cuanto a Educación, se produce un aumento de la cantidad destinada en un 2,97%, lo que representa el 16,78% de los presupuestos y el 3,61% respecto al PIB (el año pasado fue del 3,64%). En cambio, el gasto medio de la Unión Europea respecto al PIB en educación ha sido superior al 4,7% en los últimos años. La incapacidad y prepotencia del consejero de Educación el señor Gimeno, se ve acompañada de una falta de inversión en recursos personales y materiales para responder a los retos de la educación pública en Navarra, con una plantilla activa y movilizada. Aquí también la inversión está cayendo. Por lo que LAB insiste en su propuesta de elevar la inversión en la educación pública al 6% del PIB.
En el apartado de inversión social existen otras partidas importantes y que son las siguientes: UPNA para el edificio médico, compra de vivienda, material sanitario y obras. También otra relativa al ciclo 0-3 y escuelas infantiles, pero insuficiente para publificar dicho ciclo y ordenar la oferta educativa que desde lo público tienen que garantizar las instituciones con la financiación del Gobierno de Navarra.
Mención positiva requiere el fortalecimiento de la partida referente a la “Protección Social Reforzada”. Así, la “Atención a la infancia” recoge un incremento del 35,74% (68,4 millones de euros), la igualdad entre hombres y mujeres un incremento del 21,93% (4,6 millones de euros) y la partida contra la violencia machista otro incremento del 16,17%. Estos importantes incrementos son necesarios para transformar estas realidades.
Todos los sectores privatizados de cuidados están bloqueados. Las residencias de personas mayores siguen sin convenio de Navarra y su solución requiere de apoyo presupuestario. El Gobierno de Navarra tiene bloqueados los convenios de las fundaciones públicas Gizain y Fundapa que necesitan también apoyo presupuestario para la equiparación. En Intervención Social, la transformación del sistema requiere una importante inversión económica. Por último, el Convenio Sectorial de Discapacidad también necesita apoyo presupuestario.
Por tanto, si bien es positivo el incremento de las partidas mencionadas el destino final de las mismas es lo importante y lo que el Gobierno de Navarra debe aclarar.
Finalmente, de este anteproyecto de presupuestos destaca el aumento enorme del gasto o la inversión en el ámbito de la industria para la transición energética y transformación industrial, para lo que se prevén grandes subvenciones.
LAB durante estos últimos meses ha exigido al Gobierno de Navarra recuperar la política industrial abandonada durante años en nuestro territorio para hacer frente a la situación de destrucción de empleo del sector y afrontar los retos futuros en ese sentido (transición energética y transformación). LAB exige que dicha política y presupuesto se destine a poner condiciones que aseguren y protejan los puestos de trabajo de los trabajadores y trabajadoras navarras, que se destine a una política industrial para la transición ecosocial que ponga en el centro de las decisiones políticas a la clase trabajadora. En su lugar, el Gobierno quiere utilizar ese dinero para asegurar la rentabilidad del capital, poniendo en sus manos dinero público sin poner condiciones a los empresarios.
Por último, en unos tiempos en los que nos hacen creer que las guerras son la solución a todos los problemas, LAB se opone firmemente a cualquier intención de abrir la puerta a la industria armamentística u a otros negocios de este tipo. Y detrás de estos presupuestos no hay ningún criterio explícito al respecto.

