Cuando todavía no ha terminado el año, son ya 65 las y los trabajadores fallecidos en accidentes laborales en lo que va de año, uno más que el año pasado.
La lista de muertes no cesa. Los datos muestran que, año tras año, en lugar de dar avances en salud laboral, vamos hacia atrás. El año pasado hubo 64 trabajadores fallecidos en todo el año y este año ya se ha superado esta cifra, con dos fallecimientos en las últimas 24 horas. Aunque la situación estaba en vías de estabilización, en los últimos años la tendencia de los accidentes laborales y mortales está siendo ascendente.
La situación más oscura es la de Nafarroa. 2024 dejó 17 muertos, y en lo que va de año ya se han contabilizado 21. Es decir, este año, para agosto, Nafarroa ya ha superado la cifra de fallecidos del año pasado.
Los datos oficiales sólo recogen los accidentes comunicados por las empresas, pero sabemos que muchas empresas no comunican los accidentes leves y, por si fuera poco, los médicos de las mutuas tienen la capacidad de determinar la gravedad de los accidentes y una evidente tendencia a suavizar los datos. Por otro lado, muchos de los accidentes mortales provocados por la falta de prevención en Euskal Herria no se recogen en los datos oficiales, ya que estos trabajadores estaban dados de alta en el exterior. En otros casos, algunos accidentes mortales no se reconocen como accidentes laborales, por artimañas jurídicas. Detrás de los datos oficiales, pues, hay una actitud clara de ocultar la realidad.
Ante todo ello, desde los sindicatos venimos insistiendo en que esta situación tiene responsables claros. En primer lugar, la patronal. La normativa de prevención tiene 30 años, pero el incumplimiento es generalizado por parte de las patronales. Un estudio publicado recientemente por el Gobierno de Navarra sitúa el incumplimiento de la normativa en el 80% de las empresas. A continuación están las propias instituciones, que no ponen medios para hacer cumplir la normativa. Tienen tomada la decisión política de dejar tranquila a la patronal y perpetuar su impunidad. Osalan y NOPLOI se han convertido en entidades consultoras para la tranquilidad de la patronal.
Es la clase trabajadora la que sufre esa impunidad. En lo que va de año ya ha van 65 trabajadoras y trabajadores fallecidos. Mientras tanto, la patronal, causante de estas muertes, utiliza el debate malicioso del absentismo, atribuyendo a las y los propios trabajadores el daño causado a la salud por la falta de prevención.
Desde el intersindical seguiremos trabajando con firmeza, utilizando las calles para mostrar a la sociedad quiénes son los responsables de todo esto. Vamos a aprovechar nuestra fuerza para anular debates estériles y exigir garantías para la salud laboral.





