Han pasado veintinueve años desde que un grupo de mujeres* intentó incorporarse en el Alarde de Hondarribia. Su objetivo: participar como mujeres hondarribiarras en el alarde de su pueblo; poder desfilar también de forma activa en las fiestas.
Aquella acción supuso un paso más en la lucha feminista por los derechos de las mujeres. Porque hay que decirlo alto y claro: sin la participación libre de las mujeres, las fiestas no son ni igualitarias, ni libres. Las calles también son de las mujeres, por eso reivindicamos el derecho pleno de las mujeres* a ser y moverse libremente, tanto en el día a día como en las fiestas.
Durante veintinueve años hemos conocido la negación, el conflicto, la violencia, el insulto y la negación política, y todavía hoy no se ha realizado ninguna iniciativa clara desde la alcaldía de Hondarribia que nos encamine hacia una solución. Además, el Alarde excluyente así como los partidos políticos y poderes que lo apoyan, actúan año tras año en contra de la participación normalizada de las mujeres en el espacio público y político. La ausencia de una intervención clara es, en sí misma, sinónimo de la opresión de las mujeres* y, por tanto, la perpetuación de la opresión de clase. Sin embargo, gracias a las mujeres* que han luchado durante todos estos años, se han generado oportunidades para el cambio.
Tras las elecciones municipales y forales de 2023, en el pueblo que ha sido el bastión de EAJ-PNV, se abrieron las posibilidades de cambio. Sin embargo, a pesar de los pequeños gestos en el camino hacia una posible normalidad, al igual que en las fiestas que hemos vivido desde 2023, en esta edición la alcaldía ha vuelto a poner de manifiesto que el movimiento feminista sigue siendo hoy el único y principal símbolo y agente de transformación. En este sentido, LAB hace suyas las declaraciones realizadas por la Compañía Jaizkibel, es decir, “cogiendo la bandera de la convivencia, y olvidando que el problema, en el fondo, es una cuestión de discriminación, el Ayuntamiento ha querido tratar a los dos grupos de la misma manera. Y no se pueden tratar de la misma manera a los que están en defensa de un derecho y a los que lo niegan”.
LAB quiere hacer una petición concreta: es necesario reconstruir el camino para que el Ayuntamiento organice el Alarde, y al mismo tiempo, dotarlo de los recursos necesarios para que sea feminista.
Desde las instituciones se llenan la boca diciendo que promueven políticas de igualdad, mientras que frente a prácticas tan excluyentes no existe ningún compromiso político para enfrentar esta situación y darle la vuelta.
Queremos hacer llegar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que, en estos tiempos convulsos, están organizando y luchando por un Alarde municipal, público y feminista y, en especial, a todas las personas creadoras, impulsoras y todas aquellas personas incansables que están comprometidas con la Compañía Jaizkibel. ¡No estamos dispuestas a aceptar discriminaciones en el trabajo, en casa, en las calles, en las fiestas ni tampoco en el Alarde!
Gora Jaizkibel Konpainia!!
Gora borroka feminista!!

