El embate de las sentencias contra el euskera que venimos conociendo en los últimos años ha empezado también ha influenciar en las decisiones políticas. Varias administraciones, incluido el Ayuntamiento de Getxo, han tomado la decisión de reducir las exigencias de euskera en nombre de la «certeza jurídica». Es evidente, pues, que la política disuasoria del poder judicial a favor de la supremacía del castellano está dando sus frutos, y que ya no hay necesidad de sentencias. La incertidumbre provocada por las sentencias es suficiente para dar pasos atrás en la normalización del euskera.
De esta forma, ayer el Ayuntamiento de Getxo aprobó realizar otra oferta de empleo en la que sólo se exigirá el conocimiento del euskera a la mitad de las 95 plazas, negándose a garantizar los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos.
Es responsabilidad de las administraciones públicas exigir la capacidad de trabajar en euskera a la hora de ocupar puestos públicos, de lo contrario siempre nos tratarán como ciudadanos de segunda. Es su responsabilidad garantizar los derechos lingüísticos de la ciudadanía, así como contribuir a la normalización del euskera, ser pionera en su promoción.
Con estas políticas, será cuestión de suerte encontrar empleados públicos que nos atiendan en euskera, hacerlo en euskera en nuestros servicios municipales, recibir los servicios en euskera, o trabajar en euskera en el ayuntamiento.
Las medidas contra la normalización del euskera en Getxo no sólo se dan en los procesos de contratación para cubrir puestos de trabajo públicos, sino también en otros servicios y ofertas municipales, como la cultura, el ocio y el deporte.
Por ello, hacemos un llamamiento al Ayuntamiento de Getxo para que se alinee a favor de los euskaldunes, más allá de las fotos y de pines, a adoptar medidas concretas: por un lado, establecer la exigencia obligatoria del euskera desde el momento en que se cubran las plazas de los procesos de contratación pública, incluso adaptando en ese sentido la oferta de empleo que acaba de aprobar; y por otro lado, realizar medidas y promoción de la normalización del euskera, para que en Getxo sea realmente una realidad trabajar y vivir en euskera.

