Tal y como hace en los centros de trabajo, también hará frente a la patronal en el ámbito de la vivienda a través de la acción sindical.
LAB dice que las y los afiliados al sindicato tendrán la oportunidad de combatir sus problemas con la vivienda y que ya ha gestionado y ganado varios conflictos.
El sindicato ha caracterizado la emergencia de vivienda como un problema de primer orden para empobrecer a las y los trabajadores vascos y, con el convencimiento de que si no se hace nada la situación empeorará, ha llamado a hacer frente a la patronal de la vivienda a través del sindicalismo contrapoder.
LAB ha comparecido hoy en Bilbo y ha hecho público lo que ha estado preparando en los últimos meses: el sindicato va a intervenir de forma directa en el conflicto de la vivienda.
En la comparecencia de hoy han intervenido la coordinadora general, Garbine Aranburu, y Zuriñe González, miembro de una de las asambleas de vivienda organizadas por LAB. Aranburu ha denunciado que los gobiernos han orientado sus políticas de vivienda hacia la ampliación del negocio y que hoy vivimos una emergencia residencial. «Dejándoloa en manos del mercado, la imposibilidad de acceder a la vivienda se ha multiplicado, los precios no han dejado de subir y se ha convertido en motivo de empobrecimiento de cada vez más sectores de trabajadores y trabajadoras.»
De esta forma, ha señalado que las y los trabajadores están inmersos en luchas por subidas salariales para redistribuir la riqueza de forma justa, pero que, al mismo tiempo, la cada vez mayor parte del salario se la comen los gastos de vivienda. «Estamos conociendo los mayores beneficios empresariales de la historia y combatimos la riqueza que generamos en los centros de trabajo a través de la acción sindical. Los incrementos salariales obtenidos se ven reducidos por los crecientes gastos de vivienda. Por eso, es necesario llevar el sindicalismo también al ámbito de la vivienda, para dar la batalla por mejorar las condiciones de vida en todos los frentes, del mismo modo que hacemos con el capital en los centros de trabajo».
Eso mismo ha sido lo que LAB ha querido traer al centro en su comparecencia de hoy. A partir de ahora, el sindicato actuará de forma directa en el conflicto de la vivienda, organizando a su afiliación y ofreciendo medios de lucha. LAB organizará en el sindicato los problemas que se viven de forma individual particular y organizará la acción sindical, «organizando una salida colectiva a cada conflicto de afiliados y afiliadas y desarrollando una acción sociosindical a favor de transformaciones más generales», según Aranburu.
Los detalles de cara al modelo organizativo han sido expuestos por Zuriñe González, que se ha estado totalmente volcada en el trabajo realizado hasta la fecha. «Organizamos asambleas colectivas y buscamos la activación y el protagonismo de la afiliación». Asimismo, ha señalado que ya han organizado y ganado varios conflictos, «en sendos procesos, hemos hecho frente a las situaciones de dos miembros de LAB y sus familias que iban a ser desahuciadas en Nafarroa y se iban a quedar en la calle. En ambos casos, hemos conseguido parar los desahucios y conseguir nuevos acuerdos. En Gasteiz también hemos tenido varias negociaciones y hemos conseguido contratos más ventajosos para nuestros afiliados y afiliadas. Asimismo, con las entidades bancarias hemos gestionado cientos de reclamaciones de gastos hipotecarios y recuperado miles y miles de euros pendientes de devolución. «
Por último, han anunciado que darán continuidad a la campaña «¡Langileen alde, etxebizitzaren negozioa eten!» y han recogido una serie de medidas y reivindicaciones. LAB reivindica que el objetivo principal debe ser la desmercantilización de la vivienda para que pueda ejercerse realmente como derecho. Junto a ello, además del control de precios, piden medidas que provoquen su descenso inmediato, así como la prohibición de los pisos turísticos. «De forma prioritaria, las viviendas deben ser para vivir y hay que aumentar el parque público multiplicando el alquiler social.» El sindicato también pide que se pongan límites a la especulación y se apliquen los mecanismos que en estos momentos tienen los gobiernos para que la CAV sea declarada zona tensionada y la política fiscal sea a favor de las y los inquilinos.