Desde hace más de un año, las trabajadoras y trabajadores de la única residencia sociosanitaria especializada en patología dual, Abegia, observamos con preocupación la decisión anunciada por el Diputado de Políticas Sociales, Gorka Urtaran, de desmantelar este recurso único en la Comunidad Autónoma Vasca. El Departamento de Políticas Sociales del Instituto Foral de Bienestar Social de Álava (IFBS) ha decidido destinar el espacio de Abegia a la atención de personas en situación de exclusión social y hasta ahora destinada a un proyecto especializado en la atención a personas con patología dual.
No tenemos ninguna duda de que este territorio requiere de un claro refuerzo de la red de atención a personas en situación de exclusión social, es de hecho una necesidad real y urgente. Sin embargo, la implementación de este servicio anunciado por el responsable de políticas sociales de la diputación, como un claro refuerzo de los servicios sociales del territorio, se ha llevado a cabo a costa de otro colectivo vulnerable y olvidado: las personas con patología dual.
El servicio de Abegia ofrece una atención integral y especializada, con lista de espera constante, alto aprovechamiento y un equipo formado y comprometido con la compleja realidad de quienes conviven con trastornos mentales y adicciones. Hemos sido testigos directos del impacto positivo de este recurso en la vida de las personas atendidas.
Denunciamos que la decisión institucional se ha tomado sin un análisis del contexto sociosanitario actual. No se han presentado datos claros sobre la magnitud de la población en situación de calle en el territorio. ¿Puede el Departamento de Políticas Sociales señalar con datos cuántas personas sobreviven en la calle, en lonjas u otros lugares sin condiciones dignas en este territorio? Se ha priorizado la agenda política sobre la realidad asistencial, debilitando un pilar fundamental de la red de salud mental.
Reconocemos la urgencia de crear recursos para personas en situación de exclusión, pero nos oponemos rotundamente a que estas plazas necesarias sean a costa de sacrificar una atención tan especializada y difícilmente sustituible como la nuestra. Rechazamos que se enfrenten las necesidades de dos colectivos vulnerables en lugar de garantizar recursos para ambos.
Las profesionales de Abegia, que durante años hemos acompañado y defendido este proyecto, nos vemos obligadas a asumir las decisiones de una administración que no nos reconoce como trabajadoras propias. El IFBS lleva años externalizando la gestión de los servicios sociales del territorio. Lo decimos alto y claro, las trabajadoras de Abegia, somos trabajadoras publicas y exigimos por tanto al IFBS la publificación del servicio.
También advertimos que la transformación anunciada no contempla un aumento real de profesionales ni una adaptación estructural. Más plazas no significan mejor atención si no se refuerzan los recursos humanos y materiales.
Por ello, exigimos visibilizar esta pérdida. No se trata solo de defender un proyecto, sino de reivindicar el derecho a una atención digna, especializada y continuada. El cierre del servicio no solo priva a las personas usuarias de un recurso adecuado, sino que impacta en sus familias, muchas veces agotadas y sin apoyos suficientes, y priva al territorio de una herramienta eficaz para prevención, tratamiento e inclusión social.
Llevamos meses reclamando un sistema público comunitario de cuidados de calidad. Sin embargo, con esta decisión la Diputación Foral de Álava, lejos de avanzar en esa dirección, retrocede.
Nos negamos a que esta medida pase desapercibida. Lo que está en juego no es solo un recurso, sino la forma en que como sociedad decidimos cuidar y dignificar a quienes más lo necesitan.

