En Hego Euskal Herria hay 136.302 personas en paro, número que ha descendido respecto al més y año pasados. En cambio, cada vez más trabajadores tienen un empleo precario ya que el empleo emergente tiene bases precarias.
Aumenta el paro en los colectivos que viven en situación vulnerable. Más de la mitad de los parados, el 58,56%, son mujeres y entre las y los menores de 25 años, el paro ha aumentado un 2,60% desde el año pasado. Otro dato a destacar es que entre las y los trabajadores migrados, el 30,27% esta sin empleo anterior.
Una economía basada en el sector servicios, hoy por hoy, supone la precarización de las condiciones de trabajo. El último día de abril había 1.074.709 personas afiliadas al régimen general en Hego Euskal Herria, 1.632 personas afiliadas más que el mes anterior.
Por sectores, el mayor descenso del paro se produce en el sector primario y en la construcción, siguiendo la misma tendencia la tasa de variación de afiliados aumenta especialmente en estos dos sectores (3,15% y 4,47%, respectivamente). En el sector servicios, hay 2.558 personas paradas menos, aumenta en 13.708 personas la afiliación. El 86,95% de la afiliación generada en el último año ha sido en servicios.
La situación por la que atraviesa el sector industrial sigue siendo motivo de preocupación. De hecho, la aplicación de las ERTEs hace que no aflore la situación real, mientras cada vez más a menudo tenemos noticias de los cierres de empresas del sector industrial, tanto totales como parciales. Esta situación está teniendo un impacto directo en algunas comarcas y, sin duda, en el sector industrial. Por ello, es imprescindible poner en marcha una transición ecosocial justa que tenga como base la defensa del derecho al empleo.
Las bases del empleo emergente son precarias
A lo largo del mes de abril se han firmado 8.397 contratos menos, respecto al abril del año anterior, de los que el 76,29% han sido eventuales. A pesar de contar con 6.025 contratos eventuales menos que hace un año, la proporción de eventualidad ha aumentado.
Respecto a la afiliación, en el último año ha aumentado especialmente el número de contratos indefinidos, por lo que se puede entender que a lo largo del mes de abril se hayan firmado menos contratos. Ya sea que, cuando hay suspensión de los contratos fijos discontinuos, aunque suba el paro, para reactivarlos no hace falta firmar un nuevo contrato. Por lo tanto, la reforma laboral del Estado español ha tocado un doble techo: por un lado, la incorrección de la proporción entre los contratos indefinidos y temporales y, por otro, los fijos discontinuos no garantizan la estabilidad laboral
El número de mujeres que trabajan a jornada parcial se mantiene en el 25,4%, es decir, una de cada 4 mujeres trabaja a tiempo parcial (11,5% entre los hombres). En el caso de los contratos a jornada completa, se da la proporción inversa: mientras que el 56,4% de las mujeres está a jornada completa, entre los hombres es del 77,9%. Asimismo, el 65,13% de las personas con contrato fijo discontinuo son mujeres.
El paro ha dejado de ser uno de los principales indicadores del mercado laboral: a pesar del descenso del paro, ya que uno de cada 2 ciudadanos de entre 25 y 64 años vive en situación de precariedad, pese a tener empleo, sin ingresos suficientes para garantizar una vida digna y con unas condiciones laborales cada vez más precarias e inestables. Por ello, es imprescindible establecer un Salario Mínimo Interprofesional propio para todas las y los trabajadores que viven y trabajan aquí para acceder a unas condiciones de trabajo y vida dignas.

