El Grupo Vicinay, empresa estratégica y única en su sector dentro de la Unión Europea, es un conglomerado industrial vasco con casi un siglo de trayectoria. Está especializado en soluciones de amarre para plataformas offshore, cadenas navales, ingeniería de fondeo y servicios asociados, por lo que su producción resulta plenamente adaptable a los retos de la transición ecológica.
A fecha del 30 de julio de 2025, Vicinay se encuentra en preconcurso de acreedores. Desde 2018, el grupo ha desarrollado una compleja arquitectura financiera que incluye préstamos sindicados, líneas de circulante, avales institucionales y financiación participativa, con garantías cruzadas entre sociedades. En la actualidad, la deuda total supera los 170 millones de euros, una situación crítica que responde a una gestión deficiente por parte de la dirección de la empresa.
La representación sindical de LAB en Vicinay Sestao ha iniciado recientemente una interpelación institucional al Gobierno Vasco, exigiendo su implicación en el mantenimiento de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales de las personas que forman parte de Vicinay Sestao.
Vicinay Sestao, una de las empresas del grupo, cuenta con una plantilla de 140 personas altamente cualificadas y con una larga experiencia en el sector. El personal considera que la actividad productiva sigue siendo plenamente viable. Sin embargo, desde diciembre de 2023, la empresa ha mantenido pagos irregulares de las nóminas. En los últimos cinco años se han sucedido cuatro ERTEs, el último de ellos al 100% para toda la plantilla, sin fecha de finalización y con la posibilidad de prolongarse en el tiempo.
La mayoría de las personas trabajadoras disponen de solo un año más de prestación por desempleo, y un grupo reducido se quedará sin ingresos antes de las próximas navidades. Actualmente, la empresa adeuda dos meses de salario y la plantilla no percibe ingresos desde finales de julio, generando una profunda incertidumbre entre las familias ante un futuro cada vez más incierto.

