En Hego Euskal Herria hay 135.349 personas en situación de desempleo, una cifra que ha descendido respecto al año y al mes anterior. De ellas, más de la mitad son mujeres, el 59,19% concretamente.
En el último año, el desempleo ha disminuido en todos los sectores, salvo en la industria; en este sector hay 173 personas más buscando trabajo. Aunque también ha descendido entre quienes carecían de empleo previo, representan todavía el 12,68% del total. En comparación con el mes anterior, el número de personas desempleadas ha bajado en todos los sectores. Destaca el sector servicios, con 2.278 desempleados menos. En septiembre los contratos fijos discontinuos han pasado a representar el 3%, frente al 2% que suponían en julio. Detrás de estos datos se esconde un uso perverso de esta modalidad contractual: tras causar baja en verano, las personas con este tipo de contratos vuelven a ser dadas de alta en septiembre (casos de hostelería, limpieza en centros educativos o monitoras de comedores). De este modo, los contratos fijos discontinuos se están utilizando para perpetuar la precariedad y la inestabilidad en sectores feminizados, consolidando la situación de precariedad en el mercado laboral.
Asimismo, con el fin del verano, los contratos temporales precarios han descendido, mientras que el desempleo ha aumentado entre la población migrante, especialmente en el sector servicios. Por otro lado, la afiliación entre la juventud ha bajado de forma muy acusada (entre menores de 25 años, hay 5.237 personas afiliadas menos), debido al retorno a los estudios tras el verano.
La situación de inestabilidad que atraviesa la industria empieza a reflejarse en los datos. Por un lado, hay más personas desempleadas que el año pasado, y por otro, aunque el número de afiliaciones aumenta, la tendencia se está debilitando. Tal y como venimos denunciando, el número de ERTEs en la industria va en aumento. Aunque esta situación no impacta directamente en las cifras de desempleo (ya que las personas trabajadoras siguen bajo contrato), cada vez más empresas pasan de la situación de ERTE a la de ERE. Desde LAB queremos encender las alarmas, porque se trata de una situación preocupante que puede condicionar el futuro de varias comarcas, además de tener un impacto directo en nuestro país. Por ello, reclamamos que se ponga en marcha con urgencia una política industrial eficaz.
Aunque la tendencia del desempleo es descendente, la de la precariedad sigue siendo ascendente. A pesar de tener empleo, casi la mitad de las y los trabajadores de Hego Euskal Herria viven en situación de precariedad, sin ingresos suficientes para garantizar unas condiciones de vida dignas. Del análisis de los datos se extraen las siguientes conclusiones:
- El sector servicios tiene cada vez más peso en el mercado laboral: el 73,69% de la afiliación corresponde a este sector, mientras que el sector industrial representa un 21,39%. El 86,39% de la nueva afiliación generada en el último año ha sido en servicios.
- Las condiciones laborales de las mujeres son estructuralmente más precarias. Una de cada cuatro mujeres sigue trabajando a tiempo parcial (24,9%), frente a uno de cada diez hombres (11,3%). En el caso de la jornada completa, las proporciones se invierten: el 78,7% de los hombres tienen contrato a jornada completa, mientras que entre las mujeres la cifra es del 57,5%, notablemente más baja.
- El periodo estival se utiliza para profundizar en las condiciones precarias de trabajo, y para ello se emplean los instrumentos que permiten las reformas laborales del Estado español: una vez finalizado el verano, por un lado, los contratos fijos discontinuos aumentan de manera notable y, por otro, los contratos temporales descienden.
Ante esta situación, reclamamos un Salario Mínimo Interprofesional de 1.600 €, que beneficiaría al conjunto de la clase trabajadora. Hemos recogido 138.495 firmas en poco tiempo, lo que refleja el claro respaldo del pueblo trabajador vasco. HEL está en marcha y hace pocos días registramos en Confebask la solicitud de conciliación, para que no se desentiendan de esta cuestión. Por lo tanto, seguimos en la lucha hacia un nuevo modelo que mejore las condiciones laborales y de vida de toda la clase trabajadora.

