Los y las vecinas de Zabalbide 10 y Santos Juanes, de 1, 3 y 5, comparecieron ayer junto a la Asamblea de Vivienda de LAB para denunciar la actividad del fondo buitre Mazabi y reivindicar que el principal uso de las viviendas debe ser habitarlas. En el acto, reclamaron al Ayuntamiento de Bilbao políticas públicas que garanticen ese objetivo.
Decenas de vecinos y vecinas del Casco Viejo aseguraron que cada vez es más difícil vivir en el barrio, en una comparecencia realizada ante el bloque de viviendas adquirido por el fondo buitre Mazabi. «El acceso a la vivienda se ha convertido en un problema social de primer orden y en una de las principales causas de empobrecimiento de la clase trabajadora», denunciaron.
Explicaron que los precios no dejan de subir, el acceso a la vivienda es cada vez más complicado y que los barrios, en vez de estar destinados a vivir, se están convirtiendo en zonas de negocio. En este contexto, denunciaron que la planta baja de sus viviendas ha sido adquirida por Mazabi con fines especulativos: «Quieren secuestrar espacios que podrían servir para revitalizar el barrio o para ofrecer viviendas dignas y convertirlos en coliving, alquileres de temporada o pisos turísticos. No estamos de acuerdo».
En la comparecencia lanzaron dos mensajes principales. «El primero, a Mazabi: saquen sus negocios de nuestras casas. No os queremos y estamos organizados». En segundo lugar, exigieron al gobierno municipal modificar sus políticas públicas y adoptar medidas para garantizar que la vivienda sea habitable prioritariamente y limitar este tipo de operaciones. «Es hora de romper el negocio», subrayaron.
Finalmente, hicieron un llamamiento a quienes se encuentran en situaciones similares a organizarse. «A quien quiera hacer negocio lo enfrentaremos de forma colectiva. Nosotras no somos las primeras y tampoco seremos las últimas», advirtieron.
LAB recordó que a comienzos de año anunció su decisión de impulsar acción sindical para hacer frente a la problemática de la vivienda, y desde entonces ha participado en diversos conflictos colectivos: negociaciones para bajar alquileres, iniciativas contra los desahucios y medidas contra cláusulas abusivas. La de ayer fue la primera acción pública de un camino iniciado hace meses, el arranque de una nueva batalla.

