2024-04-23
¡Atención! Peligro de miseria.

Pronto transcurrirá un año desde que la Covid-19 comenzó a golpear Euskal Herria. Por tanto, los Estados y sus sucursales llevan un año aplicando medidas de excepción para, al parecer, revertir la situación sanitario. Pero el modelo socioeconómico no ha sido objeto de ninguna excepción y, por lo tanto, el capital lleva un año desarrollando lás mismas dinámicas devoradoras de siempre.

El capital sigue en sus trece, fiel a sus principios de siempre: “beneficios por encima de la gente, codicia por encima de la necesidad y riqueza por encima de la salud”. Últimamente han sido muchos los ejemplos de aplicación de esos principios; no hay más que ver cómo las grandes empresas farmacéuticas especulan con sus vacunas, y chulean a lo estados, o cómo las multinacionales con pocos escrúpulos y muchos beneficios cierran los centros de trabajo aquí y allí.

La crisis económica, que no es más que un instrumento del capitalismo, ha golpeado con más fuerza a los últimos en llegar al mundo laboral; es decir, a los y las jóvenes trabajadoras. Bajo la excusa del coronavirus, el capitalismo ha condenado a las jóvenes al desempleo o a trabajos con precarias condiciones laborales, y está poniendo a muchos de ellas a las puertas de la miseria.

• Desde el inicio de la pandemia, en Navarra el paro ha aumentado un 47% entre los jóvenes menores de 25 años. Ahora son 4.685 los jóvenes navarros desempleados. O dicho de otra manera, ahora sólo tres de cada diez jóvenes navarros tienen trabajo.

• La mitad de los desempleados de Navarra tienen menos de 35 años. Pero es que entre las personas que tienen trabajo, la temporalidad es también como para echarse a temblar: 56%.

• A pesar de que los ingresos de los y las jóvenes son cada vez más precarios, los gastos básicos no dejan de crecer. Por ejemplo, el alquiler medio de las viviendas en Navarra se sitúa en 690 euros, para lo que los jóvenes deben destinar dos tercios de su salario. Por ello, sólo un 16% de los jóvenes menores de 30 años consigue emanciparse.

Los datos demuestran que el proceso general de precarización ha puesto en el punto de mira a los jóvenes trabajadores. Y, desgraciadamente, en Navarra les ha tocado un Gobierno que no se preocupa en nada por la gente joven y su futuro. El Gobierno de Navarra -sobre todo el consejero neoliberal de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Aierdi, que ha tenido que dimitir por la concesión digital de subvenciones a empresas- está a las órdenes de la patronal CEN y, en esta difícil situación, no ha tenido pudor alguno en ser el portavoz de los empresarios.

Esta “lógica de las cosas” es una lógica capitalista y, por supuesto, no la vamos a aceptar. El Gobierno de Navarra debe dejar de salvar empresas para proteger a los jóvenes. Para que se entienda mejor, el Gobierno debería salvar a los trabajadores de Hostelería, la mayoría de ellos jóvenes, antes de salvar a las empresas de Hostelería.

En ese camino revolucionario de priorizar la vida frente al capital, sobre todo en estos tiempos de pandemia, debería ser prioritario reforzar los servicios públicos, garantizar el empleo y la salud de todos los trabajadores, reforzar los recursos de cuidados, proteger la economía local y facilitar las necesidades sociales básicas. Y en el camino de alejar a los jóvenes trabajadores del riesgo de miseria, los gobiernos deberían tomar decisiones valientes para garantizarles un trabajo y una vida digna: fijando el salario mínimo en 1.200 euros, fijando una semana laboral de 35 horas, cerrando la puerta a la destrucción de empleo, priorizando los convenios sectoriales de Navarra... En definitiva, al Gobierno le corresponde defender los intereses de los jóvenes trabajadores frente a los intereses del capital; nosotras apostamos por seguir luchando por ello.

KAPITALA vs. BIZITZA